La Iglesia eterna

Aparition eglise, Messiaen

¡Feliz lunes! Uno de los compositores más importantes del pasado siglo XX es aquel cuya música vamos a escuchar hoy. Gran maestro entre los maestros, gran organista y compositor con un lenguaje especial, su música siempre es atractiva desde muchos puntos de vista.

Olivier Messiaen

Me estoy refiriendo a Olivier Messiaen (1908-1992), compositor francés nacido en Aviñón. Entre 1919 y 1930 se formó en el conservatorio de París, lleno de tradiciones y de actividades. Estudió piano con Georges Falkenberg y armonía con Jean Gallon (clases que aprovechó de una forma especial teniendo en cuenta su particular lenguaje musical). George Caussade le enseñó fuga y César Abel Estyle acompañamiento al piano así como el arte de la improvisación, que tanto ejerció cuando se sentaba en la tribuna del órgano. Este instrumento lo estudio con el mismísimo Marcel Dupré, quien podemos decir que fue su maestro más importante. Maurice Emmanuel le enseñó historia de la música y lo introdujo en la música griega antigua y en la práctica de armonizar las melodías gregorianas. Sus estudios fueron tan provechosos que en 1929 consiguió un premio doble: el de órgano y el de improvisación al órgano.

Para órgano es la obra de hoy, titulada Apparition de l’Eglise Eternelle, que fue la primera obra que compuso después de ser nombrado organista titular de la Trinidad de París. La idea central de esta pieza aparece en el texto de la liturgia de la dedicación de un templo. Está escrita usando la técnica del crescendo y del diminuendo a una gran escala. Ese ir y venir de la intensidad de la música hace que la iglesia aparezca, alcanzándose el clímax cuando se lleva a la visión plena con un luminoso acorde de do mayor, con el órgano a plena potencia. Todo se va desvaneciendo poco a poco. Escuchamos el percutir del martillo en el registro grave del pedal, que fundamenta ese edificio sobre el que campará la gracia. Una obra misteriosa e hipnótica.

La interpretación es de Olivier Latry al órgano.

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