¡Feliz jueves! ¡Feliz día de san Juan Bautista, el precursor del Señor! Espero que sea un gran día para todos los que celebren hoy su onomástica. Vamos a disfrutar hoy de una música quizá algo desconocida de un gran maestro. Estrictamente no es una obra para el día de hoy pero sí está relacionada con nuestro santo.

Ese gran maestro es Francisco Guerrero (1528-1599), compositor español nacido y muerto en Sevilla. Parece ser que fue discípulo de su hermano Pedro y de Cristóbal de Morales, con quien parece que estudió contrapunto. Su vida fue algo itinerante y pasó por Jaén, Sevilla, Roma, Lisboa o Venecia y incluso llegó a peregrinar a Tierra Santa, dejando dicha experiencia plasmada en un libro que es una especie de diario. Sus composiciones están dentro de las más grandes de la polifonía española. Destaca en el género de la canción profana pero vuelvas hacia lo divino, publicadas dentro de su colección Canciones y villanescas espirituales. Fue elogiado no solo por otros compositores sino por literatos como Góngora, Espinel o Lope.

Escuchemos su motete Cum audisset Ioannes, a cuatro voces. Como he dicho al principio, no es propio de este día sino del segundo domingo de Adviento, en el que Juan es protagonista desde la cárcel en la que estaba y adonde le llegaron noticias de la predicación de Jesús; fue publicado en 1589. Las voces entran en imitación por pares (las dos agudas y las dos graves) y el tono general de la pieza es algo sombrío o mejor típico de la espera contenida del tiempo de Adviento. El contrapunto es muy sutil y las voces suelen cantar sin demasiadas florituras pero llenas de emoción, como es propio de la liturgia.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es del Coro de la Catedral de Santa María de Edimburgo.