Juventud

Mládí, Janacék

¡Feliz viernes! Últimamente la juventud está muy denostada y caemos en el riesgo de meter en un mismo saco a todos los jóvenes cuando no todos son iguales. Los hay comprometidos, coherentes, maduros y que cada día nos dan ejemplo de vida. Dedicada a esta juventud que nos edifica está la pieza de hoy.

Leos Janacék

Primero, conozcamos al compositor, que es Leoš Janáček (1854-1928), compositor checo nacido en Hukvaldy. Se le atribuye esta frase: «Las curvas melódicas del lenguaje es una expresión de todo el organismo y de todas las fases de sus actividades espirituales. Demuestran si un hombre es estúpido o inteligente, si está dormido o despierto, cansado o alerta. Nos dice si es joven o anciano, si es por la mañana o por la tarde, si hay luz u oscuridad, calor o frío, y descubren si una persona está sola o acompañada. El arte de la escritura dramática es componer una curva melódica que revelará inmediatamente, como si fuera magia, un ser humano en una determinada fase de su existencia».

Escuchemos su obra titulada Mládí, sexteto para flauta, oboe, clarinete, trompa, fagot y clarinete bajo, compuesto en 1924; el título puede traducirse por Juventud. Fue compuesto tras una visita a Salzburgo en 1923 por tanto, cuando ya el compositor tenía setenta años. Se quedó maravillado al escuchar una pieza de Roussel. El checo echó mano de su memoria y rescató temas musicales de su juventud, de ahí el título y el ambiente general «joven» que tiene la pieza. La escritura de está llena de virtuosismo y es muy característica de ese periodo final de Janáček de una madurez asombrosa. Sus movimientos son: Allegro - Andante sostenuto - Vivace - Allegro animato.

La partitura de la obra puede descargarse aquí.

La interpretación es de Alexa Still (flauta), Erin Hannigan (oboe), Jun Qian (clarinete), Alejandro Dergal (clarinete bajo), George Sakakeeny (fagot) y Michelle Baker (trompa).

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