¡Feliz Jueves Santo! Seguimos disfrutando de este género musical que es el de las lamentaciones para este día del amor fraterno. Es un día en el que se instituye la eucaristía. Para este precioso día vamos a disfrutar de una música acorde y de una gran belleza.

El compositor de hoy es Robert White (h. 1538-1574), compositor inglés del que no se conoce dónde nació. Su nombre aparece con frecuencia en las actas del Trinity College de Cambridge, primero como miembro del coro. Tras diez años estudiando consigue un bachillerato en 1560 con la condición de que escriba alguna que otra composición musical. En 1562 fue nombrado maestro del coro de Ely (un puesto que antes tenía su padrino Christopher Tye) y allí permaneció durante cuatro años. Parece ser que luego pasó a la catedral de Chester y probablemente pasó a la Abadía de Westminster. Casi la mitad de sus obras son salmos en latín y luego también encontramos antífonas votivas y otras en las que presentan cambios de compás. El estilo imitativo es ampliamente usado por White. Compuso magníficats en el estilo florido de Taverner y algunas de sus obras representan obras cumbres de la polifonía isabelina.

Una de estas últimas son sus impresionantes Lamentaciones a cinco voces. Está compuesto en un lamentoso modo frigio y la música oscila entre un contrapunto muy expresivo y unos bloques de acordes en los que unas voces conducen a otras. White nos regala diversos cambios armónicos y en todo momento la música está gobernada por el contenido del texto con las características letras hebreas enmarcando cada estrofa de las lamentaciones de Jeremías. Justo en esas letras se muestra el carácter más abstracto de la música, similar al arte de las letras iniciales decoradas de los manuscritos medievales. En el Jerusalem, Jerusalem, convertere ad Dominum Deum tuum final también nos muestra un algo grado de emotividad.

La interpretación es de The Sixteen digiridos por Harry Christophers.