¡Feliz lunes! Otra semana que empieza en estos duros días y otra más en la que comprobamos cómo la compañía de la música es un alivio para soportar este ambiente. Hoy presento a un maestro que nunca había aparecido por aquí y que, además, es bastante desconocido. Baste la composición de hoy para darle la bienvenida.

Es Jheronimus Vinders (fl. 1525-1526), compositor neerlandés que parece que desarrolló su carrera en Gante. Era un profundo admirador de Josquin, como veremos más adelante. En sus obras, Vinders casi se decanta por igual tanto por el estilo más antiguo como por las nuevas técnicas: modernas formas de imitación se entremezclan con las de cantus firmus más tradicionales. No se trata de un compositor de primera fila pero sí un eslabón importante en la cadena que empieza en Josquin y, a través de Vinders, pasa por Crecquillon o Clemens non Papa.

Escuchemos su Lamentatio super morte Josquin de Prés, impresionante composición a siete voces. Junto con Benedictus Appenzeller y el más renombrado Nicolas Gombert, fueron los tres maestros que compusieron sendos lamentos sobre la muerte del gran Josquin. El maestro Vinders recurre a intervalos de cuarta y de segunda que recuerdan a las campanas fúnebres. Y no lo hace mientras el texto habla sobre ellas sino cuando menciona a su admirado Josquin. Una verdadera belleza.

La partitura de la composición puede conseguirse aquí.

La interpretación es de Musica Antiqua de Londres.