Letanía lauretana

Letanías lauretanas, Mayr

¡Feliz sábado! Ayer escuchábamos música dedicada a la Virgen porque era un día solemne y hoy lo hacemo, sencillamente, porque es sábado, y esto es lo que solemos hacer por aquí en este día. Alguna que otra vez he presentado alguna versión de las letanías del rosario puestas en música. Hoy traigo otro ejemplo que creo que nunca había aparecido. Disfrutémosla porque son una maravilla.

Johann Simon Mayr

Alguna vez nos ha visitado Johann Simon Mayr (1763-1845), compositor alemán nacido en Mendorf. Estudió en la escuela de los jesuitas de Ingolstadt y, en 1781, empezó a estudiar teología. En 1786 aparecieron sus primeras composiciones y marchó a Italia para estudiar más formalmente; concretamente en Bérgamo con Carlo Lenzi. Los italianos le encargaron oratorios y óperas ya que vieron en él a un compositor de música religiosa con talento. Su triunfo en Venecia le permitió llevar una vida desahogada y su carrera como operista lo hizo uno de los maestros más apreciados de su tiempo y triunfó en casi todos los teatros importantes de Europa y Estados Unidos. En 1802 fue nombrado maestro de capilla de la catedral de Bérgamo y se quedó ahí hasta su muerte. Su orquestación era bastante innovadora e introdujo la técnica de ir acumulando instrumentos para engrosar el volumen, algo conocido como crescendo Rossini, antes de que este lo popularizase.

Hoy vamos a escuchar sus Litaniae lauretanae en sol menor. No se conoce muy bien la fecha en la que la obra fue compesta aunque parece ser que pudo ser entorno a 1800. Lo que escuchamos es una composición dividida en tres partes: el kyrie eleison inicial y los miserere finales, con sus melodías llenas de sentimiento y de carácter lamentoso, sirven de marco a una sección central en la que aparecen las invocaciones a la Virgen, en las que escuchamos solos, momentos camerísticos y otros en los que aparece el coro. Se trata de una delicada obra, llena de devoción por la Virgen y del buen hacer de este gran maestro, mitad alemán mitad italiano.

La interpretación es de Andrea Lauren Brown (soprano), Markus Schäfer (tenor), Virgil Mischok (bajo), el Simon Mayr Chorus, miembros del Coro de la Ópera del Estado de Baviera e I Virtuosi Italiani dirigidos por Franz Hauk.

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