¡Feliz martes! El llanto va a ser de alguna forma real, en el sentido de que será todo un rey el que se lamente porque su hijo ha muerto. El maestro cuya música escucharemos creo que aparece por primera vez en este rincón. Vamos a conocerlo.

Nos acompaña hoy Bernardino de Ribera (h. 1520-1580), compositor español nacido en la localidad valenciana de Játiva. Fue un compositor muy influyente, cuya música ha desaparecido en gran parte. Su padre era el maestro de capilla de la universidad y estudió con él y con Jaime López. Se mudó a Murcia, pero no sabemos nada más de él hasta que aparece en Ávila como encargado de la música y donde le dio clases a un joven Tomás Luis de Victoria. Posteriormente, esto pasó en 1563, se trasladó a Toledo y allí se elaboró un cuidadoso manuscrito con sus obras, que se deterioró tanto que no casi no puede interpretarse sus obras, aunque Bruno Turner ha reconstruido la gran mayoría de composiciones. Desapareció de todos los libros de cuenta y más tarde lo tenemos de vuelta en Murcia, donde trabajó como maestro de capilla hasta su muerte.

De Ribera vamos a escuchar su motete Rex autem David, a cinco voces. Está contenido en ese cantoral editado por la catedral de Toledo y es una obra pensada para el sexto domingo tras el del Corpus Christi. El momento culminante de la composición es cuando se cantan las palabras Absalon, fili mi, en boca del rey David que se lamenta por su hijo. Ese fragmento es cantado once veces por las cinco voces, descendiendo por semitonos. Este cromatismo fue eliminado del códice, pero se conserva en una edición valenciana. Una muestra más de la categoría de este gran maestro.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de CONTINUUM.