¡Feliz Viernes Santo! Hoy es el día en el que conmemoramos que Dios muere, por poco tiempo, porque resucita, pero muere. Es necesario que Cristo muera para que luego nos asombremos cómo la muerte no tiene poder sobre Él, ya que triunfará la Vida.

La música de hoy es de Caspar Othmayr (1515-1553), compositor alemán nacido en Amberg. Cantó en el coro de la capilla del elector Federico II y parece ser que estudió en la universidad de Heidelberg, llegando a ser maestro en artes. En 1543 fue nombrado director de la escuela de latín del monasterio de Heilsbronn y allí se casó. Fue nombrado canónigo de San Gumberto en Ansbach, con objeto de mejorar su salud económica. Por consejo de sus amigos viajó a Torgau para una boda de la nobleza y así mejorar sus relaciones. Ha sido calificado como el compositor alemán más versátil de la generación que va entre Senfl y Walter, y Schroeter y a Burck. Compuso en casi todos los géneros contemporáneos tanto religiosos como profanos, con excepción de la misa.

Para este Viernes Santo vamos a escuchar su O Mensch, bewein dein Sünde gross, que puede traducirse como «Oh, hombre, llora tu gran pecado». Es un típico coral luterano que Othmayr lo compone de una forma muy directa. A pesar de que el motivo de la pieza es el arrepentimiento, el compositor se las arregla para presentarnos una melodía llena de luminosidad. Este coral no deja de ser conocido y utilizado mucho en el contexto luterano. Recordemos que es el que usa Bach para terminar la primera parte de su Pasión Según San Mateo. En cualquier caso, una obra delicada para meditar los misterios de este día.

La interpretación es de Vox Luminis.