¡Feliz sábado! Como siempre, vamos a maravillarnos con una nueva obra dedicada a la Virgen con el texto de este himno que la propia María dijo cuando visitó a su prima Isabel. La polifonía será hoy de la más alta calidad, como toda la de este maestro.

Nos visita hoy Nicolas Gombert (c. q495-1560), compositor francoflamenco nacido en Lille. En 1556 el teórico Hermann Finck escribió sobre Gombert que es «el camino exacto al refinamiento». El mismo erudito afirmaba que el polifonista había estudiado con el mismísimo Josquin, aunque este hecho no ha podido ser confirmado. Entre 1526 y 1540 sirvió en la capilla de Carlos V y tuvo oportunidad de viajar por toda Europa. El emperador animaba a que sus músicos compusiesen obras polifónicas y esto hizo Gombert, quien también escribió composiciones profanas. Su buen arte fue recompensado mediante algunos beneficios eclesiásticos en templos de Courtrai, Béthune y Metz.

Escuchemos su Magnificat quarti toni, obra compuesta para cuatro voces con la particularidad de que predominan los sonidos más graves ya que carece de voz de soprano y presenta dos tenores. En cuanto al uso del canto llano quizá sea el más estricto de todos los magníficats compuestos por Gombert. Cuando parece que todo fluye de forma especial el maestro, al final, incluye dos voces más y engrosa la parte grave para engrosar la textura y dotar al conjunto de una especial sonoridad. Es más en el último versículo cambia de modo, pasando al tono octavo, con lo cual la sorpresa es aún mayor. Una maravillosa obra, de una especial maestría.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpreación es de The Tallis Scholars dirigido por Peter Phillips.