¡Feliz sábado! Vamos con la ración semanal de música mariana. El maestro de hoy es un asiduo de este pequeño blog y su música, aun siendo actual es muy atractiva para el oído. Vamos a disfrutar una vez más de su gran religiosidad.

Hablo de James MacMillan (1959), compositor escocés nacido en Kilwinning. Estudió en Edimburgo y Durham; luego se incorporó como docente a la universidad de Mánchester. Su fuente de inspiración son la espiritualidad, la política (efectivamente, la política y los derechos humanos) y sus raíces escocesas. Sus intereses en las formas musicales son amplios ya que ha compuesto en casi todos los géneros, desde los orquestales y la ópera a la música de cámara y, por supuesto, la música coral. El diario The Guardian ha escrito de él que es «un compositor tan confiado en su propio lenguaje musical que lo hace instantáneamente comunicador con sus oyentes». Otras influencias musicales suyas son los compositores rusos, como Schnittke, Gubaidúlina y Ustvólskaya ya que de alguna forma todos bebieron de las mismas fuentes.

Escuchemos su Magnificat. Es una obra estrenada en el año 2000 que fue un encargo de la BBC para las primeras vísperas corales del nuevo milenio que tendrían lugar en la catedral de Wells. Lo primero que destaca en esta obra es que la escritura coral es bastante simple y prácticamente homofónica. Cada frase la puntúa de forma que es respondida por un eco instrumental. La grandeza del texto conduce a una no menos amplia y gloriosa conclusión que alcanza su clímax con la bella doxología final.

La interpretación es de los BBC Singers y la Orquesta Filarmónica de la BBC dirigida por Jonathan Scott.