¡Feliz martes! La música que es producto de las vicisitudes del amor (¿cuál no lo es?) está llena de momentos memorables, algunos más conocidos y otros menos. El fragmento de hoy quizá está entre estos últimos pero proviene de un gran maestro.

Nuestro compositor de hoy es Jacopo Peri (1561-1633), compositor italiano nacido en Roma. Se le atribuye el mérito de haber compuesto la primera ópera. Creció en Florencia y estudió con Cristoforo Malvezzi. En 1588 entró al servicio de los Medici como maestro de capilla, primero de Fernando I, duque de Toscana y luego de su hijo Cósimo II. Un año más tarde produjo la famosa obra de La Pellegrina, escrita para los esponsales de Fernando con Cristina de Lorena. En Florencia se asoció a los eruditos compañeros de Giovanni de' Bardi, especialmente dedicados a revivir las tragedias griegas. Su estilo está basado en la monodia y la declamación y supone una ruptura con respecto al contrapunto que usaron los maestros anteriores. Está enterrado en Santa Maria Novella de Florencia.

Disfrutemos de su impresionante Uccidimi dolore, e qui mi veggia que es el Lamento di Iole. Es una composición que data de 1628 y precisamente se trata de un aria para soprano sola en forma de recitativo, es decir, con todos los matices del texto sonando en la música. Es el fragmento que se conserva de una ópera, Iole ed Ercole, que fue concebida para los esponsales de Odoardo Farnese y Margarita de' Medici. El texto es de Andrea Salvadori. Es un monólogo conducido por las vicisitudes del amor, que nos emociona de una forma especial.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de Montserrat Figueras (sprano) y Hespèrion XX dirigido por Jordi Savall.