Misa de Simeón

¡Feliz lunes! Empezamos la semana con una música que es bastante desconocida, como suele pasar con casi todas las obras de los compositores españoles, salvo contadas excepciones. Ampliemos nuestro conocimiento con esta maravilla.

Estará hoy con nosotros Pedro Rabassa (1683-1767), compositor español nacido en Barcelona. Empezó estudiando con su tío Ramón y luego con Francisco Valls, uno de los maestros más importantes de su tiempo. También recibió la influencia de maestros italianos y austríacos que se hallaban presentes en Barcelona. En cuanto a su trabajo, lo hizo en la capilla de la catedral de Ciudad Condal y en la de Vic. De ahí pasó diez años a Valencia y, finalmente, terminó como maestro de capilla de la catedral de Sevilla entre 1724 y 1767. No se limitó a componer, sino que renovó la capilla y la aumentó tanto en calidad como en número de integrantes, contratando a nuevos cantores e instrumentistas. También escribió la Guía Para los Principiantes que dessean Perfeccionarse en la Composición de la Mussica, en 1726, tratado muy influyente en toda la época barroca.
Una de sus magnas obras es la Misa Simeon Iustus, para coro nada menos que a ocho voces, violines y bajo continuo. Es muy posible que fuese compuesta en 1745 para ser interpretada en la fiesta de la Purificación (presentación en el templo), es decir, el 2 de febrero. Aunque en la misa aún encontramos elementos antiguos, apreciamos cómo Rabassa se va poco a poco apartando de ellos para construir un monumento nuevo con las últimas tendencias, especialmente las que venían de Italia. También podemos disfrutar de cómo el compositor maneja el contrapunto de una forma sabia y llena de profundidad, lo cual se agradece en una obra religiosa de esta categoría. De la misa vamos a disfrutar del Kyrie.
La interpretación es de La Hispanoflamenca.