¡Feliz miércoles! No es que en este caso sea verdadera música verdadera (que lo es, claro) sino que tiene procedencia real, de familia real. A lo largo de la historia hay verdaderos ejemplos de monarcas que se deleitaban con la música hasta el punto de que componían e incluso tocaban algún instrumento. Basta recordar a Federico II de Prusia, quien está relacionado con la música de hoy.

Porque nos acompaña hoy Federica Sofía Guillermina de Prusia (1709-1758), princesa y compositora nacida en Berlín. Era la hermana mayor de Federico II de Prusia, de ahí lo que dije en la introducción. Estaba interesada en ciencias e incluso se animó a escribir algún libro. Como era esperable, desde pequeña recibió formación musical y aprendió a tocar el clave y el laúd, y le gustaba hablar de temas musicales con su hermano. Bajo su dirección Bayreuth se convirtió en un centro alemán de música italiana, algo que le gustaba especialmente ya que estaba en contacto con los grandes centros musicales de Italia. En esa misma localidad empezó a tomar lecciones de composición y llegó a escribir incluso una ópera. Le confesó a su hermano que le gustaría que los músicos la tratasen con amabilidad porque «las mujeres aún no hacen esas cosas».

Escuchemos su Concierto para clave y orquesta en sol menor. Se trata de uno de sus primeras composiciones y, en ella, vemos que no solo compone teniendo en cuenta sus habilidades como clavecinista sino que también es una buena contribución a la historia de este tipo de conciertos. Una bella pieza que, si bien no tiene la altura de la que alcanzaron otros grandes compositores, sí es una buena prueba de lo buena compositora que era esta monarca.

La interpetación es de Fernando Miguel Jalôto (clave) y la Orquestra Barroca Casa da Música dirigida por Reyes Gallardo.