¡Feliz sábado! Música para este famoso texto del Cantar de los Cantares existe mucha y muy buena, como la de hoy. Siempre nos es grato conocer a algún compositor nuevo (en el sentido de no haber pasado nunca por aquí) y eso es lo que vamos a hacer hoy. Seguro que su música nos dejará con ganas de más.

Nos visita hoy Francis Pott (1957), compositor británico nacido en Wallingford. Empezó su carrera cantando en el coro del New College de Oxford y posteriormente estudió en Cambridge con Holloway y Wood a la vez que por su cuenta se procuraba estudios de piano. Consiguió un puesto de trabajo para la universidad de Oxford pero nunca dejó sus labores en el coro puestos que seguía cantando en la cuerda de los bajos dirigido por David Hill. Su estilo armónico es muy personal y especial, algo que se aprecia tanto en sus composiciones corales como las de música de cámara y otras obras para piano. Las composiciones para órgano y las religiosas ocupan un lugar especial en su catálogo, también muy reconocibles gracias a su amplia mirada al renacimiento.

Disfrutemos de su motete Nigra sum sed formosa. Está compuesto para cuatro voces con momentos en las que dos sopranos y una contralto toman el papel solista. Usa un texto clásico para empezar pero inmediatamente lo amplia para escribir una pieza aún más intensa, especialmente bien elaborada. Lo que escuchamos es un bello tapiz musical con un arte muy sutil. Pott escribe una música contemplativa y va engarzando momentos solistas sobre un coro muy sólido que alcanza un clímax especialmente brillante y lleno de emoción.

La interpretación es del King's College de Londres dirigido por Gareth Wilson.