Ofrezcamos los cristianos

Victimae paschali, Busnois

¡Feliz lunes! No se me olvida que estamos en el tiempo de Pascua. No se me puede olvidar que estamos en el tiempo de Pascua, el tiempo de la resurrección del Señor, que venció a la muerte y nos da la Vida. La vida, aunque no nos lo parezca, florece a nuestro alrededor, y lo estamos comprobando, a base de la solidaridad de unos con otros, de darla gratuitamente para beneficio de todos.

San Martín de Tours

Nos visita hoy Antoine Busnois (c. 1430-1492), maestro francés nacido muy posiblemente en las cercanías de Béthune. El teórico Johannes Tinctoris dijo der Busnois que era «digno de los dioses inmortales» y es el eslabón de la cadena que tiene en un extremo a Dufay y en el otro a des Prez. Parece que su nombre sugiere que procedía de Busne y es posible que se formase en la zona de Flandes/Artois/Hainaut. Curiosamente, lo primero que sabemos de él es una petición registrada en 1461 en el Vaticano para que fuese absuelto de la pena de excomunión. Posteriormente cantó en el coro de la abadía de San Martín de Tours, de la que Ockeghem era tesorero; por esta época comenzó a publicar sus chansons. Alrededor de 1466 está en Borgoña en cuya corte tenía un importante puesto; él mismo se define como «un indigno cantor del conde de Charolais». Su última referencia a él se refiere a su muerte en Brujas.

De Busnois vamos a escuchar su secuencia Victimae paschali laudes, obviamente para el día de Pascua. Presenta un poco habitual uso de las voces agudas y es posible que la compusiese teniendo en mente el coro de la catedral de Poitiers o la de Tours. El cantus firmus está llevado por la segunda voz más aguda y lo incorpora en la trama polifónica, concebida en forma de motete en dos partes. El canto gregoriano va pasando por otras voces, de forma que Busnois no se atiene a ningún tipo de rigidez formal. La riqueza y la inventiva que muestra el maestro en las voces que rodean a esa melodía gregoriana son asombrosas, incluso usando técnicas que recuerdan al madrigal. El aleluya final es el punto climático de la composición, que termina de una forma brillantísima.

La partitura de la obra puedes conseguirla aquí.

La interpretación es de The Clerks Ground dirigido por Edward Wickham.

Volver arriba