Órgano poderoso

Tres preludios para órgano, Fanny Mendelssohn

¡Feliz martes! Ya en el título te he desvelado el tipo de música que va a sonar hoy por aquí. Efectivamente, el poderío del órgano tiene la habilidad de hacernos viajar a todo tipo de situaciones porque es capaz de evocarlas casi perfectamente. Su gran cantidad de tubos permite una amplia variedad de registros (es decir, de timbres) con los que los compositores y los intérpretes extraen el jugo. Hoy nos visita una mujer, que también componía para órgano con gran sabiduría.

Fanny Mendelssohn

Me refiero a Fanny Mendelssohn (1805-1847), compositora alemana nacida en Hamburgo. Su familia era judía y su padre banquero, por lo que cuando Napoleón invadió Hamburgo en 1811 tuvieron que marcharse a Berlín. Pero todo favoreció que tanto su hermano Felix como ella se pudiesen dedicar a la música, para la que tenían un innato talento; ambos fueron grandes compositores y pianistas. Ella lo tuvo mucho más difícil que su hermano, quien se opuso a su carrera musical hasta que murió su padre. Tras casarse viajó a Italia y allí ella pudo triunfar por derecho propio, dedicándose a componer en diversos géneros. Su hermano, quien había tomado el testigo al padre en cuanto a prohibirle que se dedicase a la música, parece ser que terminó por aceptarlo. A pesar de todo, su música nunca gozó del reconocimiento que debía mientras ella vivía y mucha de ella ni se estrenó ni se publicó; felizmente se está recuperando a muy buen ritmo.

Disfrutemos de estos Tres preludios para órgano. Alguno de los tres son piezas fragmentarias pero muestran su talento también a la hora de enfrentarse a los teclados y el pedalero. Empezamos con el preludio en sol mayor. Fue compuesto en 1829 y está relacionado con las piezas para el instrumento que ella misma compuso para su boda. Para esa ceremonia fue compuesto (también en 1829) el siguiente preludio en fa mayor. Es una obra mayor llena de sonidos poderosos pero con la ausencia notoria de una línea melódica. Termina la serie con otro preludio en sol mayor. Aquí se muestra algo más amable con la melodía sin perder el carácter épico de las tres composiciones. No sé qué te parecerán a ti pero a mí estas tres obras me han parecido una agradable sorpresa.

La interpretación es de Martin Rost al órgano.

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