Pasión según San Lucas



¡Feliz miércoles! Ya estamos a mitad de semana. Espero que te esté yendo bien. Hoy se celebra el día de san Lucas. Evidentemente no te traigo música compuesta por este santo quien, por otra parte, no se sabe exactamente ni quién era. Pero sí basada en su evangelio, que tampoco se sabe exactamente quién lo escribió porque en él no aparece la autoría. Por encima de cuestiones exegéticas, vamos a disfrutar de una música bellísima que, por otra parte, seguro que no conoces demasiado.

Se encargará hoy de traérnosla Georg Philipp Telemann (1681-1767), compositor alemán nacido en Magdeburgo. Desde pequeño mostró un gran talento para la música pero en el ambiente puritano en el que vivía se afirmó que no sería mejor que «un payaso, un equilibrista o un entrenador de marmotas». Él se dedicó a ello y aprendió por su cuenta. Fue considerado el compositor alemán más importante de su época pero finalmente no logró sobrepasar a Bach. Es bastante posible que su corpus de obras haya sido el mayor que haya escrito cualquier compositor de la historia, tocando todos los géneros y de forma abundante. Muchas de ellas se han perdido pero otra gran cantidad se conserva. Su redescubrimiento ocurrió a partir de la década de 1920, pero no ha hecho sino crecer de forma exponencial. Actualmente, esa gran cantidad de obras ha hecho que pueda haberse estudiado de una forma importante, con lo que Telemann es un compositor que actualmente goza de buena salud en grabaciones y salas de conciertos.

Disfrutemos de su Pasión según San Lucas, TWV 5:13. En total escribió unas 40 pasiones de las que se han conservado 22; basadas en el evangelio de Lucas compuso 11; la nuestra lo fue en 1728. Hizo tantas porque estaban dirigidas a los distintos templos de Hamburgo y no quería repetirse. Sin embargo, parece ser que esta sí se interpretó varias veces. La sucesión de coros, recitativos y arias la desarrolla aquí el maestro Telemann de una forma implacable. También recurre a textos del Antiguo Testamento y en total la obra está dividida en cinco partes. Se podrían destacar momentos memorables de esta pieza que puede disfrutarse de forma especial de cabo a rabo. Una buena forma de conocer otro tipo de pasiones que no sean las de Bach.

La interpretación es de Jörg Dürmüller y Andreas Weller (tenores), Jörg Hempel (barítono), Marek Rzepka e Ingolf Seidel (bajos) y el Magdeburger Kammerchor dirigidos por Wolfgang Katschner.

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