Piano clásico

Sonata para piano, Hob. XVI:50, Haydn

¡Feliz jueves! Puede resultar un poco incongruente usar la palabra clásico aquí puesto que todos los días escuchamos la llamada «música clásica» Sin embargo, estrictamente hablando, esta es la que se compuso en el Clasicismo; básicamente el periodo de Haydn y Mozart, para entendernos. Con ello vamos hoy.

F. J. Haydn

Porque hoy vamos con la música de Joseph Haydn (1732-1809), compositor austríaco nacido en Rohrau. Se cuenta que el niño Haydn tenía una voz tan maravillosa que son solo cinco años fue admitido en el coro de la catedral de San Esteban de Viena. Pero, como es obvio, su voz terminó cambiando, algo que se hizo evidente a los dieciséis años. La emperatriz María Teresa de Habsburgo dijo de un adolescente Haydn: «¡Ese chico no canta sino que cacarea!». El joven músico se enfadó mucho y le cortó la coleta a varios miembros del coro, algo que enfadó a los responsables y fue reprendido públicamente. Se le vio tan desesperado que el maestro de coro de la catedral le sugirió que podría someterse a una operación para evitar el descalabro de la voz pero, afortunadamente, el padre rechazó tan peligrosa oferta.

Disfrutemos de su Sonata para piano en do mayor, Hob. XVI:50. Haydn compuso varias sonatas para piano directamente para sus estudiantes, a quienes entregaba los manuscritos, de ahí que muchas se hayan perdido. Esta, sin embargo, lo fue (en 1794-1795) para Theresa Jansen una destacada pianista londinense. De hecho, el sonido inglés está totalmente presente en esta pieza, que nos recuerda a las sinfonías compuestas por Haydn en la capital del Támesis. El primer Allegro está construido a partir de un único tema. El Adagio requiere de una extraordinaria técnica, que debía mostrar la señorita Jansen. El rondó, Allegro molto, final está próximo al de alguna de sus sinfonías, lleno de fuerza y de ese humor tan característico.

La partitura de la composición puede descargarse aquí.

La interpretación es de Ben Schoeman al piano.

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