Piano magistral

¡Feliz martes! El compositor de hoy todo lo hacía bien, a pesar de que su muerte prematura no le permitió desarrollar todo su potencial como debiera. Lo que nos ha dejado es de tal calidad que solo podemos lamentarnos por lo que no llegó a componer.

Ese maestro es Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), compositor austríaco nacido en Salzburgo. Escribió la mitad de sus sinfonías con una edad entre los ocho y los diecinueve años y se decía de él que, de joven, era capaz de escuchar una composición y automáticamente reproducirla de memoria. Tanto debía ser su genio que, cuando tenía siete años de edad, Goethe lo escuchó tocar y lo llegó a comparar con Shakespeare, calificándolo de «irreal». Una vez estaba en el palacio del arzobispo Hieronymus von Colloredo y tuvo un comportamiento displicente hasta el punto que fue invitado a pedir perdón por comportarse con un sirviente, cosa que en realidad era porque estaba al servicio del religioso. Su orgullo no le permitía eso e inmediatamente fue expulsado del palacio.

Escuchemos la Sonata para piano n.º 6 en re mayor, K. 284. Está dedicada al barón Thaddeus von Dürnitz, apellido del que toma el subtítulo. Es una obra bastante compleja y muy madura teniendo en cuenta el año de su composición (1775). La composición se inicia con un Allegro que presenta un tema de carácter casi sinfónico, con unos unísonos muy poderosos. De forma algo atípica, le sigue un Rondeau, que en realidad es el movimiento lento de la sonata puesto que tiene un carácter algo más pausado de lo que es habitual en este tipo de movimientos. Termina la obra con un Tema con variaciones que también tiene un carácter inusual debido a su extensión.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de Minhae Lee al piano.

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