Presta atención a mi dolor

¡Feliz miércoles! A veces, centrándonos en nosotros mismos, le insistimos a Dios que nos preste atención porque tenemos algunos problemillas y queremos que nos haga caso, sin pensar que hay por hay personas con problemas muchísimo más grandes que los nuestros. Pero bueno, no pasa nada porque le pidamos ayuda a Dios... y si es con música, ¡mucho mejor!

Disfrutemos hoy del motete Adesto dolori meo, o Deus, a seis voces. Fue publicado en un libro de motetes de 1566. El carácter doliente está presente en toda la obra, que no es sino un responsorio para el oficio de difuntos. Desde el comienzo escuchamos un verdadero derroche de contrapunto y polifonía y repite unas líneas cromáticas en los primeros compases, mostrando un sentimiento de duelo. En Et cantatio mea emplea unas notas más breves y rápidas que contrastan con las que usa en las palabras in plorationem, que son más largas. El esquema de este último texto es repetido para destacar aún más esa sensación de serenidad y rabia ante la muerte.
La partitura de la composición puedes conseguirla aquí.
La interpretación es del Ensemble Vocal Currende dirigido por Erik Van Nevel.