Salve Regina

Salve Regina, Eslava

¡Feliz sábado! Hoy es otro día mariano importante y no solamente por ser sábado. Nos acordamos en este día del dulce nombre de María. Por ello, mis más sinceras felicidades a todas las Marías. Por tanto, nos toca dedicarle a ella (y a ellas) una bella obra de uno de nuestros compositores que se conoce por una sola obra que mucha gente ni siquiera ha escuchado alguna vez.

Hilarión Eslava

Escuchemos hoy la música de Hilarión Eslava (1807-1878), compositor español nacido en la localidad navarra de Burlada. Se le conoce por sus obras pedagógicas y por el famoso Miserere, que no es demasiado interpretado. A los nueve años cantaba en el de la catedral de Pamplona y entre 1828 y 1832 fue maestro de capilla de El Burgo de Osma (Soria). De ahí fue promocionado al mismo puesto de la catedral de Sevilla. Allí se ordenó sacerdote y compuso mucha música, entre ella tres óperas. En 1847 pasó a la Capilla Real de Madrid y también dio clases en el conservatorio, dándole un impulso a la cátedra de órgano. En su estilo destaca poderosamente la influencia italiana y su empeño en conseguir unas melodías casi perfectas. Fue muy influyente en el campo de la musicología, destacando su ingente labor a la hora de recuperar obras y maestros del pasado.

Escuchemos su antífona Salve Regina, para coro y órgano. Lo primero que destaca de la obra es el ambiente italiano que la recorre de principio a fin. El maestro divide la obra en diversas partes para alternar la intervención del coro y los momentos algo más solistas aunque en ellas el coro termina apareciendo. El tratamiento armónico de Eslava es bastante conservador aunque sí hace gala del dominio de  la armonía y de ese carácter melódico que está presente en toda su obra.

La interpretación es de la Coral de Cámara de Pamplona, Óscar Candendo (órgano) y la dirección de David Guindano.

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