Salve, Virgen santísima

Ave virgo sanctissima, Martin

¡Feliz sábado! Ya hoy sí vamos a escuchar nuestra ración sabatina de música dedicada a la Virgen. Los versos de hoy recuerdan mucho a Francisco Guerrero pero no vamos a disfrutar de esta obra, cosa que ya hemos hecho en alguna ocasión anterior. A quien vamos a escuchar hoy es a un maestro que tendremos que darle la más calurosa bienvenida porque su música nunca ha aparecido en este rincón. ¿Te apetece echar un rato con él?

Matthew Martin

Es Matthew Martin (1976), compositor británico. Estudió en el Magdalen College de Oxford y en su capilla tocó el órgano. Tras graduarse pasó a la Royal Academy y allí obtuvo los primeros premios en órgano, instrumento que perfeccionó en París con Marie-Claire Alain. En 2002 se hizo cargo de los teclados de la catedral de Canterbury y desde 2004 es asistente del maestro de la de Westminster. Ni que decir tiene que no ha dejado su actividad tocando el órgano, cosa que compagina con la de compositor, cuya música es interpretada en su país y cada vez más en otros países. Diversos coros y conjuntos de prestigio le han encargado obras. Entre ellas destaca una misa para la fiesta de la dedicación de la catedral para la que trabaja. De nuevo, un compositor al que hay que seguirle la pista por su calidad, sin olvidar su faceta de organista.

Martin es quien nos trae su motete Ave virgo sanctissima que, como dije en la introducción, nos recuerda a la obra homónima de Francisco Guerrero. Martin nos muestra unas dulzura muy similar aunque enclavada en la estética del siglo XXI. El maestro inicia la obra en un ambiente que podemos calificar de veneciano debido a la policoralidad que usa: cada frase es intercambiada entre los dos coros. El bajo retoma un canto bastante destacado mientras las voces agudas cantan a modo de discanto. Matthew Martin es capaz de obtener todo el jugo a esta obra contemplativa, y crea una música igualmente extática de una gran belleza. La obra está compuesta para seis voces, se basa en la de Guerrero (a cinco) y fue un encargo de los ORA Singers.

La interpretación es de The Marian Consort dirigido por Rory McCleery.

Volver arriba