Santa María, llena de gracia y suavidad



¡Feliz sábado! Sábado, y por tanto, toca música relacionada con la Virgen. Hoy no te traigo una música que directamente no es religiosa pero es una bella invocación a la Virgen para pedir su protección y ayuda. Aunque reconozco que aparece poquito por aquí, el maestro que la compuso es una de mis debilidades (no sé cuántas tengo, la verdad). He decidido traerte esta composición, bastante desconocida, que seguro te sorprende. La obra es una verdadera delicia.

Primero, el compositor, que es Jean Sibelius (1865-1957), compositor finlandés nacido en Hämeenlinna. Es el compositor finlandés nacionalista más importante, eslabón fundamental en el desarrollo de la sinfonía y el poema sinfónico. En 1885 entró en la universidad para estudiar leyes pero al año siguiente descubrió su vocación musical. Por esta época era también amigo de Busoni. En 1889 viajó a Berlín para estudiar y conoció la música de Richard Strauss. Volvió a Finlandia y comenzó a componer grandes obras orquestales como la «Sinfonía Kullervo» o la «Suite de Lemminkäinen». A comienzos de siglo Sibelius irrumpió en el panomara internacional gracias a una serie de conciertos en la capital alemana. Sus sinfonías fueron estrenadas con éxito e incluso alguna de ellas fueron adoptadas por le nacionalismo finés. En 1903 compuso el concierto para violín Cinco años después se le diagnosticó un cáncer de garganta del que fue operado. Tuvo que abstenerse de beber y fumar y dicen que eso oscureció algo su estilo así como sus obras.

Sibelius compuso solo una ópera, titulada La doncella en la torre. Fue estrenada en 1896 y tiene libreto en sueco a cargo de Rafael Hertzberg. La segunda escena de la misma es un aria titulada Santa Maria, mild och nåderik. Es la obra que te traigo hoy. Es toda una prueba de fuego para la soprano, que debe hacer verdaderos fuegos artificiales para cantar con éxito. La doncella pide a la Virgen que la ayude y la aleje de la muerte. La mujer se encuentra encerrada en una torre porque no quiere casarse con un bailío, aunque finalmente triunfa el amor y queda liberada para entregar su corazón a su amante. Una joya inesperada.

La interpretación es de Karita Mattila (soprano) y la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Birmingham dirigida por Sakari Oramo.

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