Señor, escucha m súplica

Usquequo Domine, Guerero

¡Feliz miércoles! Así es como podría parafrasearse el título de la obra de hoy. Puesto que seguimos todavía como a la mitad de la Cuaresma más o menos, quiero seguir trayéndote música religiosa a ser posible en la mayoría de los días de la semana. Hoy nos quedamos aquí en España para disfrutar de la música de un asiduo de este blog, que nos maravillará una vez más.

Francisco Guerrero

Se trata de Francisco Guerrero (1528-1599), compositor español nacido en Sevilla y fallecido en la misma ciudad. Se formó con su hermano Pedro y brevemente con Cristóbal de Morales, pero siempre formándose al amparo de la catedral de Sevilla, de la que había sino niño de coro, muy brillantemente, a la vez que tocaba una gran variedad de instrumentos y cantaba. Con solo dieciocho años fue nombrado maestro de la de Jaén. Sin embargo, la seo hispalense conocía de sus habilidades y lo convocó para que trabajase para ellos, cosa que hizo desde 1549 hasta su muerte; los canónigos de Málaga intentaron seducirle pero no lo consiguieron. Él mismo necesitó un asistente más tarde, siendo uno de ellos Alonso Lobo. Se centró completamente en Sevilla, para la que compuso casi la gran mayoría de sus obras, aunque fue requerido a otros lugares, como Toledo para presentar su música o Córdoba para ser miembro de un tribunal de música. Sus composiciones fueron tan conocidas que fueron impresas en Sevilla (cómo no), París, Lovaina, Venecia y Roma; luego aparecieron reimpresiones en Núremberg y el Nuevo Mundo.

Disfrutemos de su motete Usquequo Domine. Es uno de los motetes penitenciales más impresionantes del maestro y uno de los más impresionantes de su tiempo. Está compuesto para seis voces (SSATTB) y parece ser que fue publicado en el mismo volumen que su misa de réquiem. La composición es espaciosa y está escrita con algunas suspensiones (o disonancias) de forma que así el compositor acentúa algunas palabras frente a otras. La atmósfera y el ambiente que crea es impresionante, como no podía ser menos viniendo de este gran maestro. Destaca la primera versión de acordes sobre las palabras dolorem in corde meo. En cualquier caso, por encima de tecnicismos, una obra impresionante para este camino cuaresmal.

La partitura de la obra puedes descargarla aquí.

La interpretación es del Zenobia Consort dirigidor por Rupert Damerell.

Volver arriba