¡Feliz Miércoles Santo! Nos adelantamos algo para meditar la muerte del Señor, que al fin y al cabo es alrededor de la que gira toda la Semana Santa pero porque termina en resurrección; si no no tendría sentido. El compositor de hoy destaca por la música original que siempre nos regala. Hoy se contiene algo debido a la preceptiva solemnidad.

Aludo a Jan Dismas Zelenka (1679-1745), compositor bohemio nacido en Louňovice pod Blaníkem. Era músico de la corte de Dresde y muy admirado por Telemann y Bach. Tocó el contrabajo en la orquesta a las órdenes de Heinichen. Cuando este murió pensó que él se encargaría de la orquesta pero le fue concedida a otro para su gran tristeza. Zelenka era un experimentador incansable y llevó hasta sus límites el lenguaje armónico barroco, haciendo uso del cromatismo de una forma muy especial. Incluso, a veces, escuchando su música, parece que esta nos recuerda más a la época romántica que a la suya que le tocó vivir. Todos esos artificios no están introducidos de forma artificial sino que Zelenka se las arregla para que todo gire alrededor de ello, de forma que todo fluye de forma natural.

Disfrutemos de su responsorio Sepulto Domino para el Sábado Santo. Fue estrenado en Dresde en 1723. Toda la expresividad y la sutileza con la que era capaz de componer Zelenka están recogidas en esta bella composición. Zelenka toma el texto litúrgico sobre el momento en el que el cuerpo de Jesús es depositado en el sepulcro y este es sellado. Todo el dramatismo de la escena lo describe Zelenka con gran precisión y solemnidad. Hace uso de una muy bien labrada polifonía, llena de cromatismo. Poco más que añadir, solo disfrutar.

La partitura de la pieza se puede descargar aquí.

La interpretación es de Collegium 1704.