¡Feliz viernes! Pedirle a Dios que tenga piedad de nosotros es un acto de reconocimiento de que somos humanos y que hacemos las cosas mal. Por eso, la música para este momento de la misa suele ser serena y llena de ternura. Veamos un ejemplo.

La música de hoy es de Bartłomiej Pękiel (fl. 1633-h. 1670), compositor polaco del que no se conoce dónde nació exactamente. Además de compositor era también organista. Entró en 1641 al servicio de la corte de Varsovia con Vladislao IV. Allí estuvo vinculado al director de música Marco Scacchi. A partir de 1653 fue nombrado director de la música y protector de la reina. Se trasladó a Cracovia y fue director de la música de la catedral de Wawel. Era el compositor polaco más importante de su tiempo en el que se distinguen dos periodos: el de Varsovia y el Cracovia, el primero con obras más dramáticas y también policorales, y el otro lleno de obras religiosas, con misas y motetes. En sus obras usó tanto el canto gregoriano como antiguas piezas polacas. Su obra trascendió las fronteras de su país natal, llegando a Alemania, quedando probado esto por la presencia de sus obras en manuscritos de Berlín y Lüneburg.

Una de sus grandes composiciones es su Misa a 14 voces, de la que solo se conservan los dos primeros movimientos. Escucharemos el primero de ellos, es decir, el Kyrie. Vemos una gran gran variedad de colores y de texturas. Comienza también con una sinfonía algo extendida y todo el movimiento tiene una estructura en forma de arco. Como vemos ver la polifonía está bastante conseguida y el fragmento se este desconocido maestro polaco se pasa en un verdadero y bello suspiro.

La interpretación es de The Sixteen dirigidos por Harry Christophers.