¡Feliz jueves! La obra de hoy es tan famosa que inmediatamente viene a la mente al autor de la misma en cuando sabemos cuál su título. Es una de esas grandes obras inmortales por las que no solo no pasa el tiempo sino que cada vez tienen más frescura. Claro que quien la compuso es uno de los grandes de todos los tiempos...

Y no es otro que Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), compositor austríaco nacido en Salzburgo y fallecido en Viena. Hasta la fecha se han propuesto más de cien causas de su muerte. Le llegó a comentar a su esposa que estaba enfermo y parecía que lo habían envenenado pero se recuperó y siguió componiendo. Su médico personal dijo que había muerto de fiebre miliaria aguda. Parece ser que en sus semanas finales tenía un edema severo por lo que se quejaba de dolores en todo el cuerpo y fiebre. En 2009 una serie de epidemiólogos propusieron que podría haber muerto de infección por estreptococo, que causó estragos entre los jóvenes de su tiempo. Esa infección condujo a una infección en los riñones, de ahí la fiebre. Sin embargo, no dejan de ser especulaciones porque nunca sabremos con certeza las causas de su muerte.

Disfrutemos de su Serenata para para orquesta n.º 9 en re mayor, K. 320, conocida como del postillón. Entre sus instrumentos aparece una trompa de postillón, que era la que anunciaba la llegada de un carruaje. La obra fue completada en 1779 y parece que fue escrita para el final de curso de la universidad de Salzburgo. Se abre con una introducción lenta que conduce a un allegro en forma sonata. Luego aparecen dos minuetos con su correspondiente trío. Tras un rondó protagonizado por las flautas viene otro minueto, esta vez para trompetas y timbales. El final de la pieza tiene un ambiente totalmente festivo, con la trompa de postillón poniendo un broche de oro.

La partitura de la obra puede descargarse aquí.

La interpretación es de la Orquesta Filarmónica de Viena dirigida por James Levine.