Siciliana

Sicilienne, Paradis

¡Feliz miércoles! A menudo un compositor (en el caso de hoy, compositora) es conocido por una sola pieza. No porque compusiera solo esa sino porque la historia ha sido cruel y se ha impuesto la susodicha. Creo que quien nos acompaña hoy le pasa eso. Si mis cuentas no me fallan, y lo hacen cada vez más a menudo, creo que nunca te he traído a esta mujer por lo que le vamos a dar la bienvenida como se merece.

Maria Theresia von Paradis

Te presento a Maria Theresia von Paradis (1759-1824), compositora austríaca nacida en Viena. Era una de las pianistas vienesas más reputadas de su tiempo, alabada por Salieri, Mozart y Haydn; parece ser que el primero de ello incluso compuso un concierto para piano pensando en ella como intérprete. Era ciega de nacimiento por lo que desarrolló un sistema alfabético táctil que usó para comunicarse con otro ciego alemán y este enseñó a muchos gracias al invento de Paradis. Ese acto pionero sirvió para demostrar fehacientemente que los ciegos eran capaces también de aprender e impulsó que en París se abriese una escuela para alumnos invidentes. ¿Acaso hay una mujer más pionera y que hizo tanto por los demás? Compuso óperas, música de cámara y otras pero casi casi todo se ha perdido.

Casi todo excepto esta famosa Sicilienne. Yo creo que es como una especie de Adagio de Albinoni, que fue compuesto más bien por Giazotto (basándose en el barroco). Esta obra de von Paradis fue publicada en 1924 y revisada por Samuel Dushkin, por lo que hay quien opina que pudo ser el compositor de la pieza. Él dijo que originalmente era una pieza para piano pero adaptó para violín y piano. Como puedes ver, la composición goza de más elementos románticos que barroco pero, sin embargo, también tiene ese saborcillo anterior, casi más de estilo galante. Una delicia, la haya compuesto quien la haya compuesto.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Susanne Beer (chelo) y Frederic Bager (piano).

Volver arriba