Sinfonía en forma de oración

Sinfonía 4, Ustvolskaya

¡Feliz lunes! Para empezar la semana te propongo un ratito de música que puede ser algo más difícil de escuchar pero que tiene toda la riqueza y las sugerencias a las que su compositora nos tiene habituados. Tienes razón al decir que no te traigo mucho de ella por aquí pero de vez en cuando cae algo. Hoy quiero acudir a una obra suya llena de poder, de encanto y de grandes formas, a pesar de que fue compuesta para un conjunto pequeño.

Galina Ustvolskaya

Primero la autora. Es Galina Ustvolskaya (1919-2006), compositora rusa nacida en San Petersburgo. He puesto lo de las grandes formas en la introducción porque una famosa frase de esta gran maestra es: «Ninguna de mi música es música de cámara, ni siquiera lo es una sonata para un único instrumento». En su San Petersburgo natal pasó toda su vida. Tras graduarse en el conservatorio estudió con Shebalin y Shostakovich, y parece que hasta este se llegó a enamorar de ella, y afirmó: «No soy yo [Shosta] quien ha influido en ti sino tú quien has influido en mí»; hasta el maestro llegó a citar algún tema de la discípula. Esta, sin embargo, detestaba la música de su maestro... Deste 1947 a 1975 fue profesora de composición del conservatorio y su música se fue haciendo cada vez más introspectiva, rechazando cualquier tipo de influencia. A menudo componía sin barras de compás, con clústeres cromáticos y cantos casi simples, pero produciendo obras muy interesantes.

Una de ellas es su Sinfonía n.º 4, «Oración». Fue compuesta entre 1985 y 1987 y, a pesar del nombre de sinfonía, tiene una orquestación camerística a base de trompeta en si bemol, tam-tam, piano y contralto. Usa textos de Hermannus Contractus, un monje erudito alemán del siglo XI. Por cierto que la compositora dio órdenes de que la contralto solista debería ir vestida por completo de negro y no llevar ningún tipo de joya. La obra parece la antítesis de una sinfonía y dura unos siete minutos. Parece que está compuesta a partir de la nada ya que solo distinguimos prácticamente tres frases, que casi no se desarrollan apenas. Esos tres bloques sonoros se permutan casi sin alteración. Parece que la compositora nos hace ver la composición casi como un espacio en el que nosotros mismos evolucionamos, envolviéndonos. Ella casi suplicó que «quienes aman la música, absténganse de analizarla».

La interpretación es de The Barton Workshop.

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