¡Feliz miércoles! Este género de la sonata de iglesia quizá viene siempre asociado a un compositor, que es el que vamos a escuchar hoy. No fue el inventor del género pero sí el que lo llevó hasta la cúspide de tal forma que muchos posteriores lo imitaron.

Los conocedores ya habrán adivinado que me refiero a Arcangelo Corelli (1653-1713), compositor italiano nacido en Fusignano. Cuando se habla de compositores barrocos siempre nos viene a la mente tres apellidos: Bach, Handel y Vivaldi; Corelli es otro de los que hay que considerar porque fue quizá la figura más importante de la primera parte de este tiempo. Su manejo del lirismo y de la melodía era totalmente desconocido antes de él e inimitable a partir del mismo. Esto le llevó a tener una reputación internacional, de forma que sus muchos estudiantes se dedicaron a dispersar por el continente sus enseñanzas. No es nada osado afirmar que todos los fundamentos de la técnica moderna de tocar el violín (incluidas las referentes al arco y a la digitación) derivan directamente de las introducidas por Corelli.

Uno de los géneros en los que Corelli sobre salió fue el de la sonata da chiesa. Se trata de una obra instrumental, habitualmente en cuatro movimientos, que en principio estaba pensada para ser interpretada dentro de la liturgia. Hoy vamos a escuchar la Sonata da chiesa en fa mayor, op. 3 n.º 1, cuyos movimientos son: Grave, Allegro, Vivace y Allegro; que fuese adecuada para interpretarse en el templo no significa que obligatoriamente fuese así. Como todas las obras de la colección, los movimientos tienen un contrapunto muy elaborado y fue publicada en 1689 estando dedicada al duque Francisco II de Módena.

La partitura de la composición puede descargarse aquí.

La interpretación es del Ensemble Inégalité.