Sonata para violín

Sonata para violín n.º 1, Jacquet de la Guerre

¡Feliz lunes! Empezamos la semana que nos llevará al final de este caluroso mes de julio (por lo menos donde yo vivo) y que los llevará al similar agosto. ¿Por qué no empezarlo con la música salida de las manos de una gran mujer? Vamos a ello y vamos a disfrutar una vez más de su música, como lo hemos hecho alguna que otra vez. Si ayer estábamos en el barroco con Bach hoy vamos a permanecer en esa época que tantas grandes obras nos ha regalado.

Élisabeth Jacquet de la Guerre

Nos visita hoy Élisabeth Jacquet de la Guerre (1665-1729), compositora francesa nacida y fallecida en París. Se trata de una de las compositoras de más renombre en la época barroca, que pudo desarrollar su arte gracias a que nació en el seno de una familia de músicos. Por ejemplo, su padre era organista en Saint-Louis-en-l'Ille. Con cinco años tocó en la corte de Versalles y se ganó pronto el apelativo de «la pequeña maravilla», disfrutando del patronazgo del rey. Se casó con Marin de la Guerre, de quien tomó su apellido. En 1694 completó su obra más ambiciosa: la ópera Cephale et Procris, que no fue muy bien acogida. Se dedicó a componer sonatas, siendo casi de las primera en su género, mostrando el estilo italiano de Corelli desde el tamiz francés. Organizó conciertos en su casa que se hicieron muy popular dentro del ambiente cultural parisino.

Escucharemos una de esas sonatas: concretamente la Sonata para violín y continuo en re menor n.º 1. Se trata de uno de los primeros ejemplos de este género en Francia. Aunque publicadas en 1707, parece ser que de la Guerre envió una copia de las piezas a Sebastien de Brossard en 1695. En cuanto este tipo de sonata llegó a Francia procedente de Italia cautivó inmediatamente a muchos, entre ellos nuestra compositora de hoy. Es obvio que la sonata destila a Corelli por los cuatro costados pero tiene diversos momentos sutiles propios que le aporta la corriente francesa. Es verdad que la compositora no sigue estrictamente el modelo corelliniano pero el lenguaje armónico es tan sorprendente que le llevó al rey Luis XIV a decir que estas obras «no podían compararse a ninguna otras».

La partitura de la pieza puedes conseguirla aquí.

La interpretación es de House of Time.

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