¡Feliz Sábado Santo! Hoy es un día de meditación y de espera. De meditación por ese Cristo muerto que nos salva y de espera por esa resurrección que llegará y que nos liberará. Para ello, ¿qué mejor que la música, que añade un punto más de solemnidad y profundidad? A lo largo del año te he ofrecido varios stabat mater pero quizá hoy es el día más adecuado para ello. Vamos a acudir a los impresionantes sonidos de un maestro con apellido ilustre que nos maravillará en este día.

Se trata de Alessandro Scarlatti (1660-1725), compositor italiano nacido el Palermo. Era uno de los compositores barrocos de ópera más importantes. Puede decirse que fue quien asentó definitivamente las bases de la escuela napolitana que tanto influiría en toda Europa. Por tanto, también puede decirse que fue uno de los encargados de potenciar la vida musical de Nápoles. Su producción no solo se quedó en la ópera (de las que escribió unas cien) ya que compuso unas seiscientas cantatas, oratorios, serenatas, sonatas, etc. Sin embargo, tras su muerte su reputación cayó y no fue recuperada hasta comienzos del siglo XX su música empezó a florecer. También hay que reconocer que su fama creció también gracias a la de su hijo Domenico, quizá el compositor de teclado más influyente de su tiempo. Alessandro tuvo otro hijo, Pietro, que también alcanzó cierto renombre como compositor.

Hoy te traigo su Stabat Mater. Fue compuesto en 1723 para dos voces, cuerdas y continuo. Encontramos aquí la habitual sucesión de recitativos y arias. Es en estas últimas en las que el compositor demuestra su estilo, ya muy maduro y conseguido. Esta intimista composición fue un encargo de la orden de «Cavalieri della Virgine dei Dolori» de la ciudad de Nápoles. Parecer que esta orden era muy activa encargando obras ya que veinte años más tarde lo haría a Pergolesi para reemplazar este de Scarlatti. En fin, una delicada obra de este maestro que nos hará disfrutar en este día.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Gemma Bertagnolli (soprano), Sara Mingardo (contralto) y el Concerto Italiano dirigidos por Rinaldo Alessandrini.