¡Feliz lunes! Ayer fue la solemnidad de Pentecostés y podemos celebrarla hoy con algo más de boato, desde el punto de vista musical. Aunque la composición no está concebida para este tiempo litúrgico sí que goza de todo el esplendor para ser escuchada hoy.

Hoy estaremos en compañía de Heinrich Ignaz Franz von Biber (1644-1704), compositor austro-bohemio nacido en Stráž pod Ralskem. Está considerado el mejor violinista del siglo XVII, quizá incluso por encima de compositor. Con respecto a este punto, cabe decir que sus obras más impresionantes fueron sus composiciones para violín, algo que no es sorprendente. Parece ser que estudió en Viena con Johann Schmelzer, otro gran violinista. En 1670 abandonó su trabajo sin permiso y se trasladó a la capilla de Salzburgo; allí fue nombrado maestro de capilla en 1684. En 1690 el emperador Leopoldo I le concedió el von aristocrático dado lo famoso que era. Su música es una de las más avanzadas del barroco. Sus composiciones para violín están publicadas con un gran lujo de detalles, algo poco habitual para la época.

Vamos a escuchar su composición Plaudite tympana, a 53 voces divididas en dos coros de ocho y luego un importante conjunto instrumental. Fue compuesto en 1682 con motivo del 1100.º aniversario de la fundación del arzobispado de Salzburgo a cargo de san Ruperto. Evidentemente, lo que destaca es esa cantidad de voces, ya que a las dieciséis vocales se le une no menos de treinta y ocho instrumentales. El manuscrito ya es impresionante, con páginas de 80 centímetros de largo para contener todos pentagramas. Fue redescubierta a finales del siglo XIX.

La interpretación es del Coro y la Orquesta Barroca de Ámsterdam dirigidos por Ton Koopman.