Tragedia florentina

¡Feliz martes! Hoy traigo una ópera completa. No es de larga duración pero se necesitará una hora para disfrutarla como merece. No es para nada conocida ni su compositor tampoco lo es. Sin embargo, es bueno ampliar nuestro conocimiento de la música para salir de las mismas obras de siempre.

Alexander von Zemlinsky

Nos visita hoy Alexander von Zemlinsky (1872-1942), compositor austríaco nacido en Viena. Quizá la faceta que más se recuerda hoy de Zemlinsky sea la de pedagogo ya que fue profesor de Schoenberg y Korngold. El propio Brahms lo recomendó a Simrock para que publicase alguna obra suya e incluso Mahler llegó a representar una ópera suya. Trabajó en Viena y luego en Praga donde estrenó alguna que otra obra de su discípulo Schoenberg. De vuelta a Berlín trabajo con Klemperer y, viendo que el panorama se estaba poniendo feo, regresó a Viena y luego marchó a Estados Unidos. Sus obras eran muy apreciadas en Viena pero pronto cayeron en el olvido. Primero estaba algo apegado a la estética de Brahms pero luego se vio atraído por el cromatismo de Wagner.

Disfrutemos de su ópera en un acto Eine florentinische Tragödie, op. 16, es decir, «Una tragedia florentina», con libreto basado en Oscar Wilde y que fue estrenada en 1917. Bianca y Guido Bardi son amantes y entre ellos se interpone el marido de Bianca, Simone, que es un mercader de Florencia. Este termina matando a Guido algo que parece que renueva el amor entre ambos. La orquestación de Zemlinsky es muy suntuosa y subraya toda la fuerza dramática del texto. El compositor sentía envidia del éxito que había tenido Salomé de Strauss y lo dio todo en esta obra, concibiendo un gran ejercicio de psicopatología posrromántica. En su estreno la audiencia vio la ópera como algo anticuado pero hoy día cobra toda su fuerza, su voluptuosidad y su extremismo.

La interpretación es de la Orquesta Filarmónica de Londres dirigida por Vladimir Jurowski.

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