Vendrá el Señor

Ecce Dominus, Victoria

¡Feliz miércoles! Justo ese es la cuestión que tratamos en este tiempo de Adviento, recién inaugurado pero que viene con fuerza: la venida del Mesías. El ungido vendrá a salvarnos, si es que nosotros queremos dejarnos salvar, obviamente. En cuanto a música, hay una gran cantidad de obras para este tiempo. Hoy vamos a prestar atención a una polifonía procedente de las altas esferas.

T. L. de Victoria

Es de las alturas porque salió de la pluma de Tomás Luis de Victoria (1548-1611), compositor español nacido en Ávila, aunque hay quien piensa que lo hizo en Sanchidrián, lugar donde fueron bautizados algunos de sus hermanos. Alcanzó tales cotas de renombre que siempre logró que sus volúmenes de obras fuesen impresos con todo lujos de detalles. Se cuenta del chascarrillo de que Palestrina estaba celoso de él porque no conseguía tal calidad para sus propias obras. Se llegan a conservar quince ediciones con su música, algo bastante destacable. Se podrían contar algunas anécdotas más de este increíble músico, aunque lo verdaderamente es disfrutar de su polifonía, tan increible como única.

Hagámoslo con su motete Ecce Dominus veniet, propio del Adviento y con texto del profeta Zacarías. La obra está compuesta para cinco voces y Victoria presenta el Ecce inicial a modo de fanfarria, de anuncio por ese Mesías que viene. La obra presenta varias caracteríticas simbolistas muy sutiles, que incluso solo pueden apreciarse viendo la partitura. Así, en lux magna Victoria usa solo notas blancas (en realidad, dos notas breves en todas las voces) para indicar esa claridad de la luz que proporciona el Esperado. Igualmente, hace uso de una figuración en et omnes sanctis eius ya que, puesto que el texto alude a esa unidad de los santos, Victoria nos presenta la música en homofonía, para indicar esa rotundidad. Sin embargo, por encima de estos artificios, escuchamos una polifonia increíble.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de la Capella de Ministrers dirigida por Carles Magraner.

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