Vestido de lamentación
¡Feliz viernes! Vamos a ir terminando esta semana laboral a pesar de que ahora en el mes de julio (y en el venidero de agosto) todo parece más diluido. Pues para hacerlo y conducirte al fin de semana, vamos a disfrutar de una música bellísima procedente de un maestro que te lo traigo de vez en cuando y que sigue cautivándonos con su polifonía. Su estilo es muy peculiar (casi reconocible) y siempre obtenemos de él nuevos matices.
Disfrutemos de su himno sagrado Woefully arrayed. Está formado por tres estrofas además de otra que se repite a modo de estribillo. Cornysh se las arregla para presentarnos una polifonía gruesa al principio y al final de la obra al tiempo que la relaja en las partes intermedias. El texto es anónimo aunque a veces se ha atribuido a John Skelton y no es sino una meditación sobre la Pasión de Cristo. El compositor alardea aquí de un contrapunto magistral y elabora una soberbia construcción a cuatro voces (larga, como suele ser habitual en la polifonía tudor), un lamento para meditar sobre los misterios más profundos de nuestra fe.
La partitura de la obra puedes consultarla aquí.
La interpretación es del grupo Flying V.