¡Feliz martes! Hoy tenemos música dedicada a la Virgen ya que es la solemnidad de la Inmaculada Concepción. En este puente que tenemos en España quizá esta fiesta queda algo desdibujada pero, para los católicos, es muy importante por cuanto celebramos uno de los dogmas más importantes. Vamos pasar el día de con algo de música que ha salido de las manos de un maestro que nos ha acompañado en alguna que otra ocasión.

Se trata de Vytautas Miskinis (1954), compositor lituano nacido en Vilna. Desde pequeño le gustó cantar en todos los ambientes y sus padres lo apuntaron a un coro. Tras estudiar privadamente entró en la academia y muy pronto era un prestigioso director de coros. En este sentido, su especialidad es la música para conjunto coral, para el que ha compuesto unas ochocientas obras. Curiosamente una de sus obras más interpretadas es su Cantate Domino por lo que los directores europeos conocen a Miskinis como «el señor Cantate Domino». Confiesa que lo que más le inspira es la poesía, sobre todo la poesía para niños. Muchas veces un poema sirve para prenderle la llama que se plasmará posteriormente en una composición.

Disfrutemos de su motete Gloriosa dicta sunt. Lo primero que destaca de la pieza es su sencillez, que no su simplicidad. Es una composición pensada como obra para comunión durante la misa de la Inmaculada. Comienza con una bella y optimista melodía que posteriormente aparecerá a modo de breve da capo al final de la pieza. La armonía es de lo más brillante en la palabra gloriosa, alabando así esa Inmaculada Concepción que celebramos hoy. Sobre Maria se produce un momento de sosiego mientras las voces descienden para recuperar su brillantez en con esos compases que vuelven a sonar.

La interpretación es del Univerrsity of Utah A Cappella Choir.