¡Feliz sábado! Vamos de nuevo con la música dedicada a la Madre de Dios. El maestro que nos la traerá aún está vivo, pero su música es de las que se disfrutan porque van directa a nuestra espiritualidad. Una vez más nos va a deleitar con sus pentagramas.

De nuevo nos visita James MacMillan (1959), compositor escocés nacido en Kilwinning. Como Messiaen, una de las mayores influencias en la música de MacMillan es el catolicismo. Otro de los elementos que casi siempre está presente es la música popular escocesa, que se combina con el modernismo y sus sonidos disonantes. La experiencia de MacMillan a la hora de componer también se ve nutrida por su actividad como director, especialmente cuando se puso a la batuta de la Filarmónica de la BBC entre 2000 y 2009, así como director invitado de otras orquestas, tanto de su país como de Estados Unidos, Japón o Canadá. Su actividad como compositor sigue siendo intensa, componiendo para todos los géneros musicales.

Disfrutemos de su motete Virgo Prudentissima. Es una composición de 2017 y se estrenó al año siguiente en el Eton College. Se basa, precisamente, en un pequeño fragmento del Eton Choirbook. Escuchamos la melodía rodeada de sonidos a boca cerrada y momentos que desembocan en unas frases melódicas muy bellas. Esos sonidos callados proporcionan a la textura un color muy delicado mientras el material melódico sigue evolucionando. Los fragmentos corales homofónicos también son frecuentes y parecen evocar épocas más remotas. La composición desemboca en un aleluya final lleno de gozo y de una brillante sonoridad.

La interpretación es de Framfört av Vokalensemblen.