Virgen toda bella
¡Feliz sábado! En su época, el maestro de hoy destacó como uno de los grandes intérpretes de teclado de su tiempo. Aunque sus obras son interpretadas hoy día, es posible que entre el público general no sea uno de los compositores más conocidos.
Nos proporciona hoy la música Girolamo Frescobaldi (1583-1643), compositor italiano nacido en la localidad de Ferrara. Además de grandes obras para teclado también compuso música religiosa y profana de estilo vocal. Los musicólogos afirman que asimiló perfectamente las enseñanzas de su maestro Luzzasco Luzzaschi, también de Ferrara. Con solamente catorce años fue nombrado organista en la Academia della Morte de su ciudad natal. Viajó a Roma y en 1607 lo tenemos como organista en Santa María de Trastévere. Su patrón, Guido Bentivoglio, marchó a Flandes y allí marchó Frrescobaldi. Un año más tarde empezó a publicar sus primera obras. Volvió a Roma para hacerse cargo del instrumento de la Capilla Julia del Vaticano y entró al servicio del poderoso cardenal Aldobrandini, quien le subió sustancialmente el sueldo.
Disfrutaremos de su Tota pulchra es amica mea, F 11.15. Es una composición a dos voces y acompañamiento de órgano, con texto tomado del Cantar de los Cantares. La soprano y tenor cantan a veces a modo de diálogo y otras veces de forma conjunta, en gran imitación de los madrigales profanos, especialmente al principio. El tono de alabanza a la Virgen nunca es perdido, ni en las secciones más movidas ni en otras más pausadas, de forma que Frescobaldi nos maravilla una vez más con esa característica declamación italiana.
La interpretación es de La Divina Armonia diigida por Lorenzo Ghielmi.