Vuélvete a nosotros, Señor

Deus tu convertens, Rheinberger

¡Feliz lunes! Ya prácticamente estamos a mediados del mes de diciembre y todavía nos queda algo del camino del Adviento. La música para este tiempo litúrgico nos depara de vez en cuando alguna sorpresa como la de hoy, de un maestro no de primera fila pero cuya música vocal es de una gran calidad y está llena de la profundidad que este tiempo requiere.

Joseph Rheinberger

Es Joseph Rheinberger (1839-1901), compositor suizo nacido en Vaduz. Con siete años ya era organista en su ciudad natal. En 1848 dominaba la armonía y el piano. Su padre se resistía a dejarle dedicarse a la música pero finalmente aceptó y marchó a estudiar a Múnich, donde se estableció. En 1853 trabajó como organista en diversos templos de la ciudad y también dedicaba cada momento libre a componer pero no tuvo demasiado éxito. En 1867 fue nombrado catedrático del conservatorio, puesto que mantuvo hasta su muerte. Su salud era muy débil pero eso no le impidió seguir componiendo. Hans von Bülow dijo que era «un profesor de composición verdaderamente ideal, sin igual en toda Alemania tanto en habilidad, refinamiento y devoción por la materia. En definitiva, uno de los músicos y una de las personas más dignas de todo el mundo». ¡Casi nada!

Escuchemos su motete Deus tu convertens, op. 176 n.º 4, correspondiente al ofertorio del segundo domingo de Adviento. Pertenece a una colección compuesta en 1893, año en que era director de música de una de las iglesias muniquesas. La obra fue concebida para ser interpretada en la liturgia siguiendo, así, la tradición coral alemana que tan arraigada estaba. El maestro hace uso del texto litúrgico completo. La polifonía está muy controlada, con abundantes momentos en homofonía. Se trata de una composición meditativa y llena de la solemnidad adecuada para su aparición en la eucaristía.

La partitura de la obra puedes descargarla aquí (página 10 del pdf).

La interpretación es de Vocalensemble Rastatt dirigido por Holger Speck.

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