Por alusiones de ayer...
¡Feliz jueves! Ayer te traía música de un compositor español: José María Beobide. Si la escuchaste (y admiraste su maestría para con el órgano) sabrás que el su título aparecía el nombre de uno de los grandes compositores de la Historia: Beethoven. Pues hoy he decidido que puede ser buena idea acudir a la música de este maestro para inaugurar este mes de agosto. ¡Disfruta de él y espero que la música sea buena compañera!
Escuchemos su Sonata para violín y piano n.º 7, op. 30 n.º 2. Está en la tonalidad de do menor y fue publicada en 1803 con dedicatoria al zar Alejandro I de Rusia; a veces se la conoce con el subtítulo de «Heroica». Representa perfectamente el estilo de Beethoven, al comienzo de forma depresiva pero luego haciéndose más luminosa. El «allegro con brio» inicial contiene un tema dramático y mórbido que contrasta con un tema casi de macha. El tema, después de un desarrollo típicamente beethoveniano, vuelve para lanzar una coda que, tras el Do Mayor triunfante, regresa al modo menor. El «adagio cantabile» que sigue tiene una melodía una cantable con una elaborada ornamentación, con un acompañamiento infatigable del piano. Sigue un breve «scherzo» en Do Mayor, alegre y jovial y conduce al final «allegro», en rondó con forma de sonata. El tema que recurre es poco dado a la melodía y las armonías crean una suspensión que deja a la obra con un final casi dramático.
La partitura de la composición puedes descargarla aquí.
La interpretación es de Anne-Sophie Mutter (violín) y Lambert Orkis (piano).