¡Feliz miércoles! La música para el tiempo de Pascua suele estar llena de una alegría desbordante. No es para menos: Cristo ha resucitado y ha vencido a la muerte, para darnos vida eterna. La breve pieza de hoy comparte ese gozo pascual.

Viene hoy a maravillarnos Giovanni Gabrieli (1557-1612), compositor italiano nacido en Venecia, lugar donde también falleció. Posiblemente sea la figura más importante de la transición entre el renacimiento y el barroco, cuyo estilo fue muy influyente. Casi puede decirse que, desde el punto de vista musical, Gabrieli y San Marcos de Venecia son una misma unidad. Se formó con su tío Andrea, que también era compositor y el organista de la basílica. Vivió en Alemania varios años y allí estudió con Schütz. En 1585 fue nombrado organista de la Escuela Grande de San Roque en Venecia y ese mismo año sustituyó a su tío en los teclados de San Marcos y cuando murió su tío fue nombrado principal compositor. Muchos compositores de toda Europa acudieron a estudiar con él.

De este gran maestro vamos a escuchar su motete Angelus Domini Descendit. Es una composición a siete voces que fue publicada en Venecia en 1587. Su texto está tomado del capítulo 28 del evangelio de Mateo y está tratado con una gran espectacularidad por parte de Gabrieli. La figura inicial tiene un movimiento descendente, como el del ángel que bajó del cielo para quitar la piedra del sepulcro. Ese hecho viene descrito por medio de las voces que van entrando una tras la obra dándole a la composición un gran dinamismo. En el momento en que se alude a que se sentó en la misma las voces cantan homofónicamente, todo ello en menos de tres minutos. ¡Qué maravilla!

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de VOCES8.