Un arabesco

Arabesque 1, Chaminade

¡Feliz viernes! Algunos géneros musicales tienen sus obras de referencias que nos vienen a la mente cuando repasamos el repertorio. En el de hoy destaca especialmente los de Debussy, sobre todo el primero, famoso donde los haya. Pero como no solo de piezas famosas vive el hombre, vamos a disfrutar de uno no tan conocido.

Cécile Chaminade

Y lo ha compuesto Cécile Chaminade (1857-1944), compositora francesa nacida en París. Fue una niña prodigio y, en su tiempo, fue de las pocas compositoras que alcanzaron una verdadera fama. De hecho, sus primeras composiciones datas de cuando más o menos tenía ocho años, por lo que se vio la oportunidad de estudiar música, cosa que hizo privadamente porque su padre no le permitió ir al conservatorio. Cuando alcanzó la mayoría de edad se dedicó a dar conciertos de piano en Bélgica y Francia e incluso el Reino Unido, haciendo hasta las delicias de monarcas. En 1908 pasó por Estados Unidos donde incluso llegó a fundarse un club de fans para ella. El gobierno francés concede la Legión de Honor a los compatriotas más destacados. En 1913 Chaminade fur la primera mujer en conseguirla.

Escuchemos su Arabesco n.º 1 op. 61. Se trata de una composición publicada en 1892 y que requiere de todo ese virtuosismo del que esperamos en un arabesco. Es una obra complicada y no solamente desde el punto de vista técnico. Está escrita con un curioso ritmo de danza pero casi sirve de elemento decorativo. De vez en cuando aparecen entre las notas elementos dramáticos que van progresando hasta que Chaminade nos regala un impresionante final. Toda una pieza a tener en cuenta y una compositora que necesita aún más presencia porque hay mucha calidad.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de Mark Viner al piano.

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