Un bello gradual

Gradual, D. 184, Schubert

¡Feliz jueves! En el caso de algunos compositores, a veces nos sorprenden que en su catálogo podamos encontrar obras religiosas. No es por su falta de religiosidad (que no es estrictamente necesaria) sino porque en el conjunto de sus obras han brillado tanto las profanas (grandes sinfonías, conciertos, sonatas...) que han desplazado a las otras; creo que es el caso de hoy. Sin embargo, merece también la pena disfrutar de estas joyas.

Franz Schubert

La música para hoy estará a cargo de Franz Schubert (1797-1828), compositor austríaco nacido en Viena. Sus obras casi cayeron en el olvido cuando murió. Parece que se conformaba con poco, prácticamente solo con componer. Una vez dijo: «He venido a este mundo sin otro propósito que componer». De hecho, escribió su primera sinfonía con solo dieciséis años. Nunca tuvo a su disposición un piano que le sirviese de ayuda por lo que componía lo que directamente le salía de la mente. Varias de sus obras más extraordinarias fueron compuestas en sus últimos meses de vida (falleció debido a la sífilis). Durante esos días parece que Schubert estuvo algo obsesionado con la muerte, ya que quizá la veía cada vez más cerca. Cuando fue ingresado por primera vez debido a la sífilis dijo que era «un ser miserable e infeliz».

Escuchemos su Gradual en do mayor, D. 184. Su texto empieza con Benedictus es, Domine y parece que era para el domingo de la Trinidad. La orquestación es coro a cuatro voces y orquesta sinfónica y el maestro la compuso con un estilo muy libre. Aunque el motivo principal suena al sujeto de una fuga de El clave bien temperado de Bach, Schubert no se lo toma al pie de la letra. El contrapunto del maestro es usado con más libertad aunque con cierto aire barroco, recordando más a Handel, con abundantes terceras y sextas paralelas. Tras una parte a modo de transición, el vienés recurre a una coda homofónica. Puede parecer una obra mejor comparada con otra (que lo es) pero aun así, encontramos a ese Schubert sorprendente y siempre fresco.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es del Coro y la Orquesta de la Radiodifusión Bávara dirigidos por Wolfgang Sawallisch.

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