¡Feliz lunes! Empecemos esta semana con una composición de cierta longitud, pero de una gran emoción. El compositor es de esos nombres que pueblan el barroco y cuyo nombre va sonando muchísimo más gracias a la recuperación de sus obras.

Es Heinrich Ignaz Franz von Biber (1644-1704), compositor austrobohemio nacido en Stráž pod Ralskem. Era considerado el mejor violinista del siglo XVII y un compositor muy original, especialmente cuando componía para su instrumento. Se cree que estudió en Viena con otro gran violinista, Johann Heinrich Schmelzer. Empezó tocando en distintas cortes y en 1670 se unió a la de Salzburgo, de la que fue maestro de capilla catorce años más tarde. En 1690 el emperador Leopoldo I añadió el von a su nombre a modo de reconocimiento por su labor. Sus manuscritos recogen con un gran detalle improvisaciones para el violín, algo que nunca antes de había hecho. En algunas hace un gran uso de la scordatura (es decir, la afinación distinta a la normal).

Escucharemos hoy su Requiem ex F con terza minore. Es uno de los réquiems más impresionante del siglo XVII. Parece que puede datarse en torno a 1692, pero no se saben las circunstancias por las que fue compuesto. Biber añade más color a las voces mediante dos violines, tres violas, bajo continuo y tres trombones (que tocan colla parte con el coro). El lenguaje es muy vivo y el texto, lleno de todo tipo de momentos, proporciona a Biber un material para desarrollar toda su expresividad. La capacidad del maestro para describirnos el llanto y el lamento es asombrosa.

La partitura de la obra puede descargarse aquí.

La interpretación es de UNT Collegium Singers y UNT Baroque Orchestra dirigidos por Richard Sparks.