Un bello salmo
¡Feliz viernes! Vaya semana que llevamos escuchando compositores debutantes en este humilde blog. Hoy vamos con otro maestro que no es nada conocido, pero cuya profunda música sí que nos deleitará. Vamos a conocerlo con algo de detalle.
Nuestro compositor es Cyrillus Kreek (1899-1962), compositor estonio nacido en Haapsalu. Estudió en el conservatorio de San Petersburgo. Siendo estudiante empezó a recoger composiciones folklóricas y fue uno de los primeros estonios en grabarlas, recogiendo himnos y otras músicas. Lo primero que ocurrió es que esa música popular tuvo un gran impacto en sus propias composiciones, que también consistían en el arreglo coral de música popular. Trabajó como profesor de música y director de conjuntos corales, labor incansable que realizó hasta el momento de su muerte. Durante algunos años enseñó en el conservatorio de Tallinn, del que incluso fue catedrático y tuvo que abandonarlo debido a las presiones de las autoridades soviéticas que lo calificaron de «burgués nacionalista».
De Kreek vamos a escuchar su Taaveti laulud 22, es decir, el Salmo de David 22. Está basado en antiguas melodías de la Iglesia ortodoxa oriental. Su intención era aunar la profundidad de su fervor religioso sin traicionar a la música popular estonia. Así, eligió como lengua el estonio y combinó de forma sabia una escritura homofónica y bastante estática con unas bellísimas melodías que parece que nos transporta al país báltico. Un bello descubrimiento.
La partitura de la pieza puede descargarse aquí.
La interpretación es de New York Polyphony.