Un brote de alguna enfermedad, desgraciadamente, también era frecuente en la Edad Media. Es lo que vamos a ver que el rey Alfonso X el Sabio nos cuenta hoy en una de sus Cantigas de Santa María.

Se trata de la cantiga n.º 134, cuyo título es A Virgen en que é toda santidade. La pequeña introducción de la misma nos dice que Esta é como Santa María guareceu na sa eigreja en París un hóme que se tallara a pérna por gran door que havía do fógo de San Marçal, e outros muitos que éran con ele. Una multitud en París sufría del llamado fuego de san Marcial (una enfermedad de la piel) de forma que tuvieron que ser llevados ante la Virgen. Se presentó en forma de rayo que se movía entre los enfermos. Se curaron, pero los que estaban fuera del templo seguían enfermos, aunque la Señora terminó teniendo compasión de ellos.

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La interpretación es de Porque trobar.