Un campo desolador

Ecco l'orrido campo, Verdi

¡Feliz miércoles! Ayer comentaba que hoy confluían dos aniversarios de compositores importantes. Decidí traer primero a Mozart para felicitarlo con un día de antelación, que bien lo merece. También lo merecería nuestro compositor de hoy, a quien precisamente vamos a recordar en el día de su aniversario. Vamos con ello.

Giuseppe Verdi

Estoy hablando de Giuseppe Verdi (1813-1901), compositor italiano nacido en Le Roncole y fallecido, un 27 de enero, en Milán. Comenzó a componer con quince años y, en 1832, tras no admitirlo el conservatorio, empezó a recibir clases particulares de música en Milán. Su primera ópera fue un rotundo éxito, algo que seguiría a lo largo de su vida, entremezclado con varios fracasos. En 1847 empezó una relación con la soprano Giuseppina Strepponi, con quien terminaría casándose. Su carrera como operista era frenética y, entre 1851 y 1853 compuso sus más famosas: Rigoletto, Il trovatore y La traviata, grandes éxitos desde entonces. Tras estrenar Aida abandonó un poco el género y compuso otras obras pero luego volvió a otras como Otello o Falstaff. Tras la muerte de Giuseppina Verdi halló compañía con la también soprano Teresa Stolz.

En 1859 se estrenó su ópera Un ballo in maschera, con libreto de Antonio Somma y dividida en tres actos. Originalmente se basaba en la corte sueca de Gustavo III pero las presiones políticas hicieron que tuviese que cambiarla a Estados Unidos. La obra trata de la conspiración de Renato contra Ricardo, gobernador de Boston, que cree que lo ha traicionado y termina asesinándolo en un baile de máscaras. El segundo acto empieza directamente con el aria Ecco l'orrido campo, que vamos a escuchar. La canta Amelia, esposa de Renato y que está enamorada de Ricardo. Por consejo de una hechicera va al campo de ejecuciones para tomar un brebaje que le ayude a olvidar sus sentimientos. Una verdadera joya típicamente verdiana.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de Margaret Price (soprano) y la Orquesta Filarmónica Nacional dirigida por Georg Solti.

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