El canto de la salve

¡Feliz sábado! Como ocurre en este humilde blog en este día, vamos a disfrutar de una obra dedicada a la Madre de Dios. Haciendo cuentas, tampoco hemos escuchado nada de una mujer, por lo que será lo que toca ahora, ya que mañana es día de Bach.

La música de hoy es de Mel Bonis (1858-1937), compositor francesa nacida en París y cuyo nombre original era Mélanie Hélène. En principio, su ambiente familiar no la predisponía a ser compositora, pero finalmente terminó ocurriendo. Con dieciséis años fue presentada a Franck y le dio lecciones de piano. Estudió armonía y composición con otros colegas como Debussy o Pierné. Todo apuntaba a que una mujer no podría ser compositora, de ahí que eligiese el pseudónimo de Mel, para pasar desapercibida. Conoció a la poetisa Amédée Landély Hettich y decidió poner música a algunos de sus poemas. Sus padres la obligaron a abandonar el conservatorio e incluso apañaron su matrimonio con Albert Domange, veinticinco años mayor que ella.
Escuchemos su delicado Ave Maria, op. 68, que fue publicado en 1904 y que está dedicado a mon petit Edouard. Está compuesto para voz (mezzosoprano o barítono) y órgano. Es una composición que puede catalogarse como un lied y fue muy apreciado por Alexandre Guilmant, quien dijo de esta pieza: «Es una pieza de sentimiento exquisito y escritura muy interesante; me gusta mucho y le ofrezco mis más sinceras felicitaciones». Poco más que comentar.
La interpretación es de Klara Csordas y Lászlo Fassang.