La cédula de confesión

Disfrutaremos hoy de la cantiga n.º 305 de Alfonso X el Sabio. Como todas las demás, pertenece a esa magna colección como es las Cantigas de Santa María.

El título, que corresponde con los primeros versos, es: Sempre devemos na Virgen a tẽer os corações. Disponemos de ese pequeño epígrafe introductorio: Como Santa María fez ũa carta de pẽedença que tragía ũa mollér pesar mais en ũa balança que quant' haver poséron na outra.

Una pobre mujer confesó sus pecados a un sacerdote que la absolvió y le impuso la penitencia de ayunar en los días festivos marianos y escuchar sermones. Ella puso todo eso por escrito y llevaba el documento a todas partes para demostrar que había sido perdonada. Era tan pobre que se veía obligada a pedir comida, cosa que un día hizo a un prestamista. Este le dijo que no podía darle nada sin cierta seguridad y ella le dio a leer el documento. Él le dijo que le daría tanto como ese manuscrito pesase, a lo que ella accedió. La Virgen obró el milagro porque el documento pesaba tanto que el hombre no pudo darle todo el dinero.

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La versión es de Eduardo Paniagua.

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